viernes, 15 de abril de 2011

"A mi pueblo"

Las estaciones de mi alma
tienen impregnadas
el perfume de mi pueblo,
una rosa encendida
sobre sus calles de tierra
y rocas disgregadas
sobre los recuerdos.

Distraída la infancia
cambia sus verdes
y se funde sobre el tallo
macizo de cemento
 al pie de la usina.

Se detiene
 la luna sobre el río.
Un zurito silvestre
vuela enamorado de las tardes
que retienen en el tiempo
 nuestras vidas.

No hay barcos sobre la orilla.
Aún así,
siguen varados los sueños!



Nací en ese pueblito demasiado pequeño, en la Villa del Dique Ameghino, lejos del ruido y las ambiciones de toda ciudad, llegué al mundo sin aparatos eficaces, tecnología y comodidades, solo por el coraje de mi madre, Clarita,  elogiable mujer de pensamientos enriquecidos con las mejores cualidades, humildad, sencillez, bondad y un sentimiento de amor muy profundo tantas veces no exteriorizado.
Mis padres, muy jóvenes los dos lucharon incansablemente, con mucho esfuerzo, con tesón y una energía inagotable de fe para salir adelante, para que la pobreza no se instalara en  casa y derribara tantas ilusiones.
 Ahí nací, un 17 de Septiembre, en esa magia de pueblo chico.


"Si alguna vez la tristeza"

Sí alguna vez la tristeza
se pasea huraña por tu corazón inerme,
y el vacío estalla
en los confines
de un  silencio umbroso.
Si asciende hasta tu boca,
y los otoños
de tu cordura se quiebran,
yo recogeré el racimo
de caricias marchito,
y seré la mano
ceñida al amor
donde tu guerra se entregue.

viernes, 8 de abril de 2011

Tengo

Tengo por ti,  el anhelo de aquello  que aun no se ha escrito,
esperanzas, ilusiones, sueños…
Tal vez el mar de tus ojos me regale lo perfecto  de  esa fórmula
para que nuestras soledades se hallen.
Si  tu felicidad es mirarte en mis ojos,
y  mi  alma ansiosa de ella, encuentra consuelo en la tuya,
este  destino planeado
sin tantos porqués,
nutrirá
la forma ideal de amar sin dañar.

27/02/2011-Norma Saleski

viernes, 1 de abril de 2011

Cómplice


Cuando el silencio
se hace cómplice de mi piel,
perduro.

En las ruinas

de la noche sombría
ronda la imaginación
y se cobija en las sazones
ambiguas de la pasión.

Entonces puedo seguir
¡ escribiéndole al amor!